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Balbisiana: digitalizar los postres del abuelo

La startup fundada por la gaditana Paula Babiano ha pasado por Lanzadera, envía sus tartas a toda España desde Madrid y funciona con un modelo que armoniza lo digital y lo analógico.
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Balbisiana · Tartas artesanales a domicilio

Podría decirse que el abuelo de Paula Babiano está detrás del éxito de Balbisiana, una empresa de repostería de armazón digital y corazón analógico que cautivó a los ojeadores de Lanzadera y goza hoy de la admiración de restaurantes y consumidores.

Siendo una niña, Babiano escuchó un consejo que siempre la acompaña. “Paula, para alcanzar el éxito conviene tener diez millones y guardar cinco”. Este principio básico de contabilidad, unido al talento innato de la CEO en ámbitos tan diversos como la repostería, el márketing y la gestión de equipos, ha convertido a Balbisiana (una variedad de plátano rechoncho y feote) en una golosa referencia.

“Nacimos en 2017, cuando comprar una tarta on line era poco menos que una locura”, narra Babiano, antigua opositora a registradora de la propiedad y ex abogada de Cuatrecasas, donde descubrió su afición por cerrar tratos y buscar oportunidades.

Después estalló el covid y la emprendedora temió lo peor. “Básicamente, pensé que me arruinaba, pero con la pandemia casi toda nuestra competencia cerró y nosotros ya éramos digitales. Fuimos incluso capaces de entregar cuando hasta Amazon tenía problemas. En sólo dos semanas pasamos de repartir en Madrid a hacerlo en toda España”.

Con un obrador central en Carabanchel, Balbisiana exhibe tres ramas operativas:

  • Funciona como proveedora de restaurantes,
  • vende en la web,
  • y dispone desde diciembre de una tienda física en la calle Velázquez.

La hostelería representa un 40% de la facturación y el resto un 60%. Aunque la cifra sea secreta, este año la previsión es doblar los ingresos de 2021. La plantilla la componen 53 personas.

Para tomarle al reparto la temperatura, Paula Babiano envía tartas cada semana a su madre, residente en Cádiz. Es su peculiar control de calidad. “El producto viaja refrigerado y se entrega en 48 horas en cualquier punto de la Península, pero no en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. El transporte es sin duda el mayor reto de Balbisiana. Para que funcione, hay una plataforma informática que lo coordina todo, desde el etiquetado hasta la logística”.

Del tornado digitalizador, que la CEO comprende porque su apuesta fue ésa desde los inicios, se extrae una enseñanza básica. “Las redes sociales y la web implican que la relación con el cliente es constante, 24 horas siete días a la semana, luego en este sentido las vacaciones no existen”.

Desde la central madrileña, Balbisiana despacha en verano entre 40 y 100 pedidos al día. El carácter estacional del postre (tartas y trufas, principalmente) implica, asimismo, que haya picos muy agudos en Semana Santa y Navidad, por ejemplo.

“Mucha gente cree que tenemos una estrategia súper definida”, aborda Babiano en referencia a la actividad de su compañía en redes sociales.

En realidad, lo que aplico es sentido común y naturalidad: hay que ser consecuente con lo que uno es y hace”. Si la tarta es el espejo del alma, el alma de Balbisiana es elegante (excelso packaging) a la par que sencilla.

Babiano es una mujer todoterreno que duerme poco y se multiplica. En su día a día aporta las ideas que desembocan en nuevos manjares, participa en las catas de esos embriones, se moja con el naming y el envoltorio, otea las redes sociales, mima la imagen de marca y -milagro del tiempo expandido- reserva unas horas del fin de semana para aparecer por la tiendecita de Velázquez.

Paula Babiano, CEO de Balbisiana

“La tienda era uno de mis sueños”, confiesa. Su abuelo, de nuevo el influjo indeleble, montó un negocio de lotería, y ya se sabe que el décimo y sus expectativas despiertan lo mejor del ser humano. “En lo digital este contacto directo no existe. Es como poder tocarse después de estar viendo a alguien durante años en Instagram”. El anhelo de lo físico está ahí: Balbisiana abrirá pronto un segundo local.

En esta aventura de cinco años hay un poco de todo: Babiano ha repartido en persona roscones de Reyes al fallarle la empresa de transporte, ha preparado 1.000 panettones para Bulgari y ha pasado demasiadas noches en vela con las manos enharinadas. En la startup había sólo cuatro trabajadores en 2019. La primera web de Balbisiana la diseñó ella misma con una plantilla de Wix. “Estudiar unas oposiciones no es más duro que emprender”, zanja.

Entre las confesiones de esta gaditana todavía joven y sobradamente preparada revolotea una:

“Sinceramente, echo de menos cero la abogacía. Una ha de volcarse con su pasión porque la pasión es contagiosa y acaba empapando al equipo. Dicho esto, y aunque Balbisiana tiene cimientos muy sólidos, hacer vaticinios a más de un año vista es imposible en el mundo en el que vivimos”.

Bolas de cristal aparte, el público sí se pronuncia sobre el catálogo actual, y el postre ganador, a sideral distancia, es la tarta de chocolate con galletas, circunstancia que revela que, en el fondo, los clásicos nunca mueren.

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