España y Andalucía se esfuerzan por salir a flote en estos tiempos convulsos donde seguir operando es el principal objetivo del turismo. El paso del tsunami covid por una industria vital para el país ha dejado en 2021 una profunda cicatriz: la facturación ha caído un 43%, según el informe presentado por Exceltur a principios de este año, y acumula ya un descenso del 70% desde el inicio de la pandemia.
A pesar de las dificultades, el pasado curso supuso un incremento de los ingresos del 4% respecto a las cifras de 2020, el peor año en los anales del turismo, según la OMT (Organización Mundial del Turismo).
La crisis sanitaria no sólo ha jugado un papel desestabilizador para el turismo, sino que ha dejado al descubierto la peligrosa dependencia que de él tiene la economía doméstica en su conjunto. El panorama previo a la pandemia situaba en un 12,4% la aportación del sector turístico al PIB nacional. Además, generaba un 13% del empleo.
El batacazo se resume así, según los datos del INE: en 2020 la contribución del turismo al PIB cayó al 5,5% y el empleo representó el 11,8% de la fuerza laboral del país. Un ejemplo del antes y el ahora. Andalucía apenas recibió en diciembre de aquel año 60.600 turistas internacionales, pero en el mismo mes de 2021 el total repuntó hasta 332.828.
La cuestión que la crisis plantea es si el modelo clásico, basado en el deterioro del medio ambiente, la masificación y la gentrificación de los cascos históricos de las ciudades, debe dar lugar a un escenario más sostenible e imaginativo. Si la respuesta es afirmativa, el emprendedor y la tecnología están llamados a ser parte de la solución.
Sabedoras de la situación que atraviesa el sector, son muchas las startups que lo han colocado en el punto de mira de sus proyectos disruptivos a rebufo del discurso que se forja en organismos de primer nivel como la ONU.
En la última cita del Día Mundial del Turismo celebrada en septiembre del pasado año, cuyo lema fue Turismo para un crecimiento inclusivo, se hizo especial hincapié en la enorme responsabilidad del sector en la consecución de los objetivos de la Agenda 2030, los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). El plan consiste en concienciar a la comunidad internacional acerca del valor cultural, social, económico y político del turismo, atribuyéndole una potencial capacidad para impulsar el desarrollo inclusivo de las sociedades.
Transformación digital
En este nuevo turismo 4.0 la sostenibilidad y la digitalización ocupan un papel protagonista en la gestión de recursos e infraestructuras. Con este enfoque destacan en el mercado originales propuestas tecnológicas de gestión de reservas que rentabilizan los recursos al máximo, como es el caso de Cisnea (Benalmádena). Acelerada por Andalucía Open Future, esta startup ha diseñado un asistente virtual que acompaña al viajero en todo el trayecto (incluso antes de iniciarlo) y lo conecta con el operador turístico, ofreciendo así a los gestores de destino una fórmula eficaz de fidelización gracias a la gran usabilidad de su herramienta.
Facilitar la estancia del cliente en destino es también la misión del equipo de Cohosting (Sevilla). Estos jóvenes emprendedores ofertan a hoteles y alojamientos una herramienta que busca generar una experiencia completa para el viajero. Trabajan en ofrecer servicios complementarios externos al propio alojamiento. Una suerte de cross-selling que funciona de manera automática y personalizada aportando un enorme abanico de posibilidades al viajero: desde contratar los servicios de una niñera, hasta reservar entradas para un museo o un espectáculo teatral.

Elogio de lo local
Enrique Lara, CEO de la cordobesa OK Located, tiene claro que para contar con una cartera de ocio atractiva es necesario implicar al comercio local. Por este motivo su app está dirigida no sólo al viajero sino también al vecino.
Apoyándose en la tecnología Bluetooth 4.0 y con un smartphone como soporte, el usuario puede acceder a información en tiempo real sobre monumentos, eventos, ofertas y promociones de los lugares por los que transite.
“Nuestra solución salva dos problemas tecnológicos a los que se enfrenta cualquier app desarrollada para el uso de la geolocalización: la duración de la batería y la cobertura para el usuario”, explica Lara. La aplicación incluye un sistema de mensajería no invasiva que categoriza la información por temáticas que pueden ser activadas o desactivadas según el interés del usuario sobre el lugar donde se encuentre.
OK Located ofrece además al negocio local un escaparate digital en tiempo real que se puede personalizar según sus intereses y desde el que es posible comunicar ofertas y promociones. Los cordobeses han digitalizado más de 100 poblaciones en nuestro país y alrededor de 1.400 lugares de interés turístico. También operan en Perú y Uruguay.
Ciencia ficción
La realidad aumentada es otro fenómeno pujante en el universo tecnológico. AR VISION (Granada), ganadora del premio a mejor startup nacional en los Global Startup Awards, es especialista en soluciones basadas en la realidad inmersiva. Aunque los granadinos operan en varios sectores, en el turístico destaca la herramienta CulturAR, una app personalizada que ofrece contenido interactivo y dinámico en tiempo real, mediante la digitalización de ciudades y monumentos para conocer de forma intuitiva el destino.

Y si se trata de ocio a la carta, un actor emergente es Mystreetbook (Almería). Lo suyo es la hiper-personalización mediante un sistema que crea rutas personalizadas conectando los intereses de cada uno de sus usuarios con los lugares en los que viven o a los que viajan. Se centran en propuestas de ocio de toda índole que mayoritariamente no son contempladas por los circuitos oficiales. “Hacemos uso del machine learning para aprender de los gustos del usuario y recomendarle rutas más certeramente”, comenta Esther Rodríguez Ramos, CEO de Mystreetbook.
Esta iniciativa recibió, entre otros, el Premio Andalucía de Turismo 2020. A medio plazo, Mystreetbook quiere ofrecer al viajero datos sobre el impacto de su viaje (huella de carbono), en base a valores de transparencia, información y sostenibilidad. Unos estándares que Rodríguez considera básicos para operar en estos tiempos.
Innovación y compromiso
En esta misma línea, la andaluza Vestigia apuesta por un innovador sistema que calcula en tiempo real la huella de carbono de eventos y destinos. Para conseguirlo genera etiquetas inteligentes a partir de la tecnología blockchain. José Manuel Avelino, su cofundador, explica que “así se aporta valor a un lugar como destino sostenible”. “Hay un turista cada vez más numeroso que valora no solo que tengas un buen producto, sino que estés comprometido con la lucha contra el cambio climático”, sostiene.
Vestigia certifica la información aportándole verdad y seguridad. “Actuamos como un notario digital”, resume Avelino. La startup trabaja actualmente en la posibilidad de añadir a esta ecuación al vecino y al turista para conseguir su compromiso en la lucha verde y recompensar su esfuerzo.
“La certificación es fundamental para poder medir los comportamientos de las empresas y de los individuos y concienciar a la población de la importancia de nuestras acciones”, comenta José Manuel Avelino. “Todo lo que no se mide, no se puede mejorar. Y lo que no se mejora, se degrada”, asegura el cofundador de Vestigia remitiendo a una frase del físico William Thomson Kelvin.

Es también el compromiso lo que llevó a Manuel Guisado y a sus tres socios a levantar Vanwoow (Sevilla). En su caso el apoyo social y económico a las zonas más despobladas del país fue la idea impulsora. Desarrollaron para ello una webapp que “visibiliza poblaciones que están fuera del circuito turístico estándar, mostrando sus cualidades como destino de viaje para usuarios de autocaravanas”, describe Guisado. Basada en mapas de situación, supone una ventana para los comercios locales y para las ofertas de ocio rural que pueda albergar una zona. Presentes en más de 200 ciudades, esperan poder aterrizar próximamente en el mercado portugués y francés.