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¿Puede un gazpacho ecológico ser también digital?

27 años después, Envasados Ecológicos Lola aborda su transformación digital de la mano de un nuevo equipo que sabe que los canales tradicionales de venta ya no bastan y que existen más formas de fidelizar al cliente.
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Envasados Ecológicos Lola

Hace 27 años, cinco mujeres andaluzas fundaron una cooperativa llamada Envasados Lola. Gazpacho y salmorejo en conserva eran sus especialidades, aunque después se añadirían cremas vegetales y patés de aceitunas. El negocio funcionó bien hasta que empresas mucho más poderosas copiaron el modelo y la fuerza inicial de la novedad se fue diluyendo entre estantes de mercancías similares.

Alfonso de Cabo, actual CEO de la compañía radicada en Villarrubia de Córdoba, se hizo con las riendas hace tres años y medio. Entre las dos palabras del nombre original intercaló otra de gran calado. Envasados Ecológicos Lola es el resultado de la creación de una nueva sociedad tras llegar De Cabo a un acuerdo con la anterior familia propietaria.

Con unas 35 referencias (siguen el salmorejo y el gazpacho, pero también hay cremas, guisos, sofritos, hummus y patés), el 90% de la producción certificada como ecológica y una fabricación anual que ronda las 100.000 unidades, Ecológicos Lola necesitaba urgentemente digitalizarse.

Cómo aprovechar la Transformación Digital para ser más competitivo, con Alfonso de Cabo, CEO de Envasados Ecológicos Lola

“Nuestro canal de venta fundamental son las tiendas físicas”, explica De Cabo, “pequeños supermercados y establecimientos eco, y también las exportaciones. Estamos presentes en Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia, y pronto aterrizaremos en Suiza, Dinamarca, Japón y Arabia Saudí”.

El escenario macroeconómico, marcado por una inflación tremebunda, la inestabilidad en Ucrania y el colapso no resuelto de las cadenas de suministro, preocupa sobremanera al CEO de Ecológicos Lola, quien ve en la pata digital una solución parcial al desafío que afrontan muchas empresas a las puertas de otra crisis.

“Las ventas de producto a través de nuestro e-commerce representan entre el 5% y el 7% de nuestra facturación. Si reforzamos esta área, nuestras opciones de crecer se multiplican. De ahí que hayamos recurrido a las ayudas a la transformación digital de la Junta [de Andalucía]”, explica.

Ecológicos Lola se acogió a la segunda modalidad (transformación 360) porque la ayuda que necesitaba la compañía iba desde el control del inventario hasta el manejo de un software de gestión CRM.

“Queríamos ganar experiencia en todos los frentes, no sólo en la relación con el cliente”.

Siempre de la mano de un consultor cuyos servicios costea al 100% la Junta, la marca cordobesa ha completado ya las fases uno (análisis y diagnóstico) y dos (desarrollo de la estrategia de empresa digital) y entra ahora en la fase tres (ejecución del plan de acompañamiento), que le permitirá “analizar todo el flujo de información, desde la entrada de la materia prima en las instalaciones, hasta la fabricación, pasando por la llegada al cliente del producto final”.

Antes de este cambio de chip, los cuatro empleados de Ecológicos Lola se las apañaban como podían.

“El equipo no tenía el flujo de trabajo protocolizado. Es importante saber por qué el consumidor entra en tu página web, cuánto tiempo invierte y cómo animarle para que complete su compra y se fomente una relación de fidelización. Ahí estamos ahora”, resume De Cobo.

Una de las ventajas de Ecológicos Lola es la creciente concienciación del cliente respecto a la importancia de alimentarse adecuadamente y conocer la trazabilidad de lo que compra.

“La gente de 35-40 años prefiere asumir un pequeño sobrecoste y preservar mejor su salud. Intentamos rodearnos de proveedores de kilómetro cero por un compromiso social y medioambiental”.

Para enganchar con ese público todavía joven pero ya con cierto poder adquisitivo, De Cabo sabe de la relevancia de las redes sociales.

“Seguimos necesitando un empujón, pero el avance en estos meses ha sido brutal. A menudo, en el día a día, sólo vemos el árbol que tenemos delante, y a veces nos viene bien que alguien nos empuje y nos ayude a ver el bosque y lo que hay más allá”.

Es ahí donde brilla el amigo consultor, acompañante fiel durante 8 ó 9 meses en este periplo de transformación digital.

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