Pocas iniciativas radiografían con la profundidad del informe GEM (Global Entrepreneurship Monitor) el estado del emprendimiento en el mundo. Países como España cuentan, además, con tomas regionales que permiten localizar el fenómeno. En el caso andaluz, los datos del periodo 2020-2021, coordinados por la Universidad de Cádiz y presentados el pasado lunes por el consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco, arrojan una conclusión: pese al brutal impacto de la pandemia, Andalucía conserva el tercer puesto en tasa de actividad emprendedora (TEA en sus siglas en inglés) con un 4,9% entre las personas de 18 a 64 años. La media nacional se sitúa en el 5,2%.
El informe GEM combina tres factores en su lectura del tablero: la calidad del emprendimiento, el ecosistema de startups y el condicionante del covid. Este último ha propiciado un notable cambio en dos sentidos. Desde el punto de vista empresarial, acelerando la transformación digital. Desde el prisma laboral, generando mayor flexibilidad y fórmulas de empleo ideales para atraer talento, sobre todo en aquellas industrias cuyo uso de las nuevas tecnologías es más intensivo.
Sevilla (TEA del 6,6%) y Granada (5,8%) son las provincias andaluzas más dinámicas. La percepción de la población sobre la figura del emprendedor es favorable: un 55,8% considera que el emprendimiento es una buena opción profesional y un 62,2% atribuye a quienes tienen éxito una mejoría del estatus social y económico. La otra cara de la moneda es la propia opinión de los emprendedores, que en siete de cada diez casos optan por esa vía porque el trabajo escasea.
Otra realidad sigue siendo la brecha de género. Hay menos mujeres emprendedoras que hombres, aunque las diferencias se acentúan no tanto en las etapas iniciales como en las fases de consolidación del negocio (65,6% de presencia masculina versus 34,4% de presencia femenina). La tasa de abandono también es 11 puntos porcentuales superior entre las emprendedoras (55,6% frente a 44,4%).
Barreras y oportunidades
Entre los obstáculos más frecuentes al emprendimiento citados por el informe destacan tres: las cargas impositivas, las barreras burocráticas y las dificultades de acceso a la financiación, si bien las dinámicas difieren según se analicen las acciones del Gobierno central o de la Junta de Andalucía. Donde el primero anuncia subidas de la cotización de los autónomos y del Impuesto de Sociedades, la segunda prorroga la aplicación de la tarifa plana, anuncia la inminente creación de la Agencia Trade como futura ventanilla única para el emprendedor y pone a disposición de los proyectos más tecnológicos hasta tres fondos de capital riesgo.
De hecho, el 17,4% de los andaluces percibe buenas oportunidades para emprender, porcentaje que rebasa en casi un punto porcentual el promedio español (16,5%). Este clima más favorable se traduce en otro dato alentador: Andalucía se consolida como tercer hub del ecosistema de startups (12,3% del total) sólo por detrás de Madrid (27%) y Cataluña (22,7%). Entre 2015 y 2020 surgieron en la comunidad autónoma 2.794 startups. Algunas de ellas (Freepik, Glamping Hub, Universal DX, Genially) pertenecen por derecho propio a la primera división del emprendimiento tecnológico.
Falta músculo
Uno de los desafíos pendientes es el tamaño medio de las empresas, inferior al de países del entorno como Francia y Alemania. El informe GEM describe un paisaje dominado por la micropyme (de cero a nueve empleados), que en Andalucía constituyen el 95,9% del total de las empresas. La internacionalización tampoco acaba de despegar: el 84,7% y el 76,5% de las empresas nacientes y consolidadas, respectivamente, reconocen una dedicación exclusiva al ámbito local.
Quizás las cosas cambien conforme las nuevas generaciones se incorporen al mercado laboral. La universidad constituye un buen botón de muestra de lo que puede deparar el futuro, puesto que uno de cada cuatro estudiantes se halla involucrado ya en algún proceso de emprendimiento y más de un tercio contempla esta opción como su salida prioritaria al finalizar los estudios o tras unos años de experiencia en el mercado laboral.
El informe incluye una batería de recomendaciones para acelerar la transformación del modelo productivo y dotar al emprendimiento de unas bases sólidas. Propone a las administraciones públicas simplificar trámites, suavizar el marco tributario, unificar criterios y digitalizarse aún más. Sugiere reforzar los programas de mentorización, fortalecer el rol de incubadoras y aceleradoras y optimizar recursos evitando duplicidades. Aboga por el fomento de la cultura emprendedora y por darle un giro de tuerca a la innovación empresarial y a las sinergias entre compañías. Y promulga mejor financiación e inversiones para respaldar el talento en la región y los proyectos con recorrido.
Este escenario de retos y oportunidades se completa con el ramillete de programas que la Junta de Andalucía pone a disposición del emprendimiento tecnológico. Andalucía Open Future, Minerva y Startup Andalucía Roadshow son buenos ejemplos de los medios que la administración regional pone a disposición de los proyectos con más recorrido. De hecho, según el informe, los programas gubernamentales (38,2%) son el principal facilitador de la actividad emprendedora en la comunidad.